Con permiso del submarino los chicos de la capital se hicieron con el último billete a semifinales. El Real Madrid y el Villareal tuvieron la misión de cerrar la jornada de cuartos. Una tarde de alto voltaje, alto nivel de contactos, buenas jugadas y grandes protaginistas bajo palos que sirvieron para dejar el mejor espectáculo cerrado con el pase a semifinales de unos blancos que coreaban al unísono su pase a la semifinal
Los once del Real Madrid Alevín del torneo. @LigaFcFutures
Remontada de los chicos de Villareal frente a Osasuna que les dio la posibilidad de entrar como segundos de grupo. Sobrevivir o morir, los chicos de Juanma Blasco se colaron en los cuartos de final como segundo de grupo tras unas jornadas de locura futbolística y matemática. La misión en la tarde era asustar al rival y llevarse a su afición a lo más alto. Mientras que los temidos blancos debían pasar desapercibidos con varios nombres propios.
Quien tema a morir, que no juege en este caso. Un solo partido, vida o muerte. Nervios, tensión y la responsabilidad de disfrutar del fútbol. El sol iba cayendo al igual que lo hacían los minutos en el encuentro y el marcador seguía sin estrenarse. Nadie dominaba el encuentro y de repente dos acciones dinamitaron la Cerámica. Una oportunidad de los submarinos, dos de los vikingos y la suerte echada en los primeros diez minutos de juego donde nada había sucedido.
Menuda tarde de fútbol se quedaba, las miradas fijadas en los banquillos. Pues de las conversaciones de ese descanso dependía todo. Los técnicos de Villareal se fueron a hablar al campo para trazar un plan efectivo, una vez decidido se acercaron a sus jugadores y les dejaron las cosas muy claras para buscar ganar el partido. Por su parte Víctor hablo con los suyos tras llegar los jugadores al banquillo. Hugo Fernández le escucho a las mil maravillas, obedeciendo y teniendo la primera acción de la segunda parte en sus botas.
Marc García tuvo la segunda y la tercera de la segunda parte, perdonando la primera pero no la segunda. Marc la clavo en la escudra, chicharrazo y alegría para unos locales que disfrutaron poco de su ventaja. Pues Hugo Fernández tuvo su segunda oportunidad para poner el empate. El getafense al más puro estilo de su ídolo, Luka Modric, puso el primer gol para los suyos. Intercambio de golpes y corazones a prueba de bomba en Villareal. ¿12 años o 25?
Romeo Albiol, hijo del mítico jugador de fútbol se llenó de sabiduría para hacerse dueño y señor de la portería. Minutos de sufrimiento del Villareal que no cesaron hasta la conclusión del partido. Las reglas del torneo indican que al jugar en un campo de Fútbol 7 y ser los cuartos de final al concluir el tiempo reglamentario con empate el siguiente paso era la tanda de penaltis. Una situación que le hubiera venido a las mil maravillas para los chicos de Villareal que vieron como el de Moratalaz se hizo con el segundo tanto. Izán García, goleador del segundo tanto del Real Madrid sello el encuentro. Hugo Fernández: "Ha costado porque hemos empezado perdiendo, pero sabemos que somos el Madrid y hay que luchar hasta el final".
