Porec, Croacia fue el destino seleccionado para disputar el Futsal Week sub-19, los chicos de Albert Canillas iban concentrados y deseosos de sumar un título que, aunque a priori puede parecer insignificante, llegado el momento de sumar confianza es importante. España tuvo el último partido del verano frente a Portugal. A pesar de ser un rival más que conocido, las expectativas eran altas. Los españoles comenzaron el golpe sobre el parqué, imponiéndose y dejando sin opciones a unos portugueses que, por más que lo intentaban, nada les era suficiente. Desde el córner, Pablo Gutiérrez pudo abrir el marcador y meter el miedo en el cuerpo a los rivales. Con el 0-1, el partido se puso de cara, tanto que desde el otro córner volvió a aparecer Pablo Gutiérrez, mostrando el buen hacer de los españoles en este tipo de jugadas a balón parado.
Con un 2-0 que podía salir mal, superioridad de dos goles para los sub-19 españoles y un partido por delante donde tan solo debían seguir haciendo las cosas así de bien. El problema era si los lusitanos despertaban, justo lo que hicieron tras ver que encajaron el segundo gol. 19 segundos después de la euforia española, Tchuda cabeceó un balón al segundo palo que recortó la diferencia y les dio las alas que necesitaban para meterse de nuevo en el partido. Lejos de casa y con el partido cuesta arriba, los lusitanos debían seguir remando, recuperaron el dominio del esférico, permitiendo amenazar la portería española en varias ocasiones, aunque sin acierto.
Albert Canillas necesitaba la reacción de los suyos de manera inmediata, por eso Iker Abad apareció para salvar a los suyos del empate y llevar a su selección al descanso con un 1-2 favorable para los rojillos. Unos minutos que sentaron de maravilla para los españoles, pues tras despejarse y descansar, pudieron ver el encuentro de una manera completamente distinta, haciendo que nuevamente se decantara a su favor. Añasco, fue el más pillo cogiendo un balón suelto de un rechace. En cambio, no pudo convertir su disparo en gol y sin alas nuevamente a los portugueses que, viéndose por debajo del marcador y sin el control del balón, dieron un volantazo a extrema velocidad.
En 33 segundos, los lusitanos consiguieron empatar y liderar el partido 3-2 en un encuentro que arrancó con un claro favorito por su nivel de juego. Con todo patas arriba, los españoles tuvieron que reaccionar a falta de seis minutos, España logró el empate y con ello el resoplido de toda una afición que veía las cosas muy complicadas para alzarse con el trofeo. En los últimos minutos, el dominio del balón fue para los de Albert Canillas, pero sin acierto a portería. Lo que hizo que los españoles se tuvieran que conformar con un segundo puesto. Después de haber hecho un gran torneo. 10-0 ante República Checa, 3-8 ante Moldavia y 2-0 ante Italia.
