Los italianos se clasifican para la final del Mundial U17
El único que brillo de los cuatro referentes fue Luigi en un encuentro que comenzó muy parejo, pero donde los italianos se encargaron de incomodar a los rivales en su casa para llevarse el partido y colarse en la final. Mostrando una cara totalmente distinta en la fase final, que en la de grupos. Muchos se aventuran a hablar del “Plan de Italia”
Miradas fijadas en cuatro chicos, dos por conjunto. Donde Kaan Onat, Prezon Elezay, Francesco Carnevale y Luigui Suigo, dos aleros y dos pívots que iban a dar mucho de lo que hablar a lo largo del partido. Tanto fue así que los primeros puntos llegaron de la mano del turco Elezay.
Un partido donde el salto lo ganó Italia y tuvo cuatro posesiones seguidas para poder anotar los primeros puntos, que no llegaron por su parte. Si no de los turcos, algo insignificante para unos italianos que continuaron a su ritmo, liderando en el marcador por seis puntos de diferencia en los cinco primeros minutos de encuentro.
Destacar el trabajo que tuvieron que hacer los turcos para anotar las canastas, pues el balón debía circular de una manera rápida para llegar a conseguir el mejor tiro, un lanzamiento que aunque llegaba a ser puntuado, entraba.
Viéndose 13 abajo en el marcador el seleccionador turco, paró el partido pidiendo minuto y explicando a sus jugadores cómo debían de cambiar el juego para “En primer lugar, reducimos. En segundo, empatamos y tercero, ganamos”. Palabras textuales de Hasan Özmeric.
Los turcos tras el minuto en vez de estar más animados, parecía que la mecha se les había apagado. A pesar de tener una grada con muchos aficionados entregados a ellos y a su juego.
Dato importante, habiendo copa de Europa, pues la anterior vez que sucedió esto, el pabellón estaba prácticamente vacío y en esta ocasión, aunque no estaba al completo, sí había muchos aficionados.
Llegado el segundo cuarto los turcos respondieron a la afición acercándose a seis en el marcador y mostrando una cara totalmente distinta a la de los últimos minutos del primer cuarto. Un arreón que parecía haber dado el anfitrión, pero que se quedó en eso. Un espejismo, que puso las cosas muy críticas para los turcos. Teniendo tiempo para solventar la situación, pues quedaban 20 minutos por delante, pero con un marcador de 26-46.
Luigi jugadore de Italia y un miembro del cuerpo técnico, @FIBA
20 minutos que podían acabar en una fiesta o por el contrario con la tristeza, de no haber sido capaces de colarse en la final jugando en casa. El tercer cuarto arrancó con los italianos decididos a cerrar el partido, antes de llegar al último cuarto. Para ello, los turcos colaboraron con sus pérdidas de balón y tiros punteados.
Lo que llevó a pedir tiempo muerto al seleccionador anfitrión. Intentando frenar la desconexión nuevamente de sus chicos y volverlos a meter en un partido que aunque se viera difícil por los 19 de diferencia, nada es imposible hasta que no queda el último minuto y pierdes por 100. Con 13 minutos por delante, los turcos buscaban la línea de 3 con menos acierto del que tuvieron ayer y con un Elezay diluido con respecto al nivel que fue capaz de mostrar en días anteriores.
Sin nadie yendo a por el rebote, él solo entre cuatro se le hacía muy complicado. Haciendo que los italianos a falta de 10 minutos contarán con 36 rebotes acumulados.
El último minuto de partido fue decisivo para mostrar el arrojo de ambos equipos, donde a pesar de verse 35 abajo, los turcos siguieron luchando. En esta ocasión y a las alturas de partido que eran, por reducir el marcador, para irse con otro sabor de boca. Cabizbajos y decepcionados los turcos afrontarán mañana la lucha por el tercer puesto del mundo en la categoría U17.
Redactado por Pilar Pardo Moreno