Partido con ritmo muy lento que no favoreció al elenco madridista, pero la clase y la experiencia de Roberto Martín hicieron que la remontada de los locales se hiciera realidad en el Alfredo Di Stéfano. Tras noventa minutos que tuvieron siete minutos de añadido, haciendo la agonía más agónica si cabe, el Real Madrid se impuso bajo nombre propio. Roberto Martín se echó el equipo a la espalda mostrando su valía
Real Madrid Juvenil A ESP vs Olympique de Marsella FRA (3-2)
Una vez escuchado el silbato de Levy, árbitro israelí, el partido arrancó en el Alfredo Di Stéfano. Los aficionados esperaban un partido sencillo para el Juvenil A, pero todo podía pasar. Los once de Julián López fueron capaces de controlar el esférico desde el inicio teniendo la más clara, Víctor Valdepeñas desde una jugada ensayada de córner. Sin poder convertir la jugada, los visitantes comenzaron a coger confianza y poco a poco se acercaron a la portería de Javier Navarro. Aunque sin acierto, el Olympique continuó con su estructura de juego y pendientes de coger las espaldas del conjunto blanco.
No fue hasta el minuto 25 de juego que los madridistas volvieron a tener de nuevo la oportunidad de buscar la portería francesa. En cambio, la solvencia de Badaoui imposibilitó abrir el marcador para el conjunto local, que comenzaron a cometer errores con la búsqueda del juego complejo. Un juego diferente, impactante y cautivador para los aficionados y para gustarse a ellos mismo, ya que, necesitaron gustarse para mostrar superioridad. Pero los galos no dejaron de intentarlo y justo antes de llegar a la pausa de hidratación, dieron el susto al elenco blanco.
Tras la pausa de hidratación los aficionados madridistas despertaron de la siesta, para entonar los cánticos míticos de su equipo, dando fuerza a los chicos juveniles que vieron factible el irse arriba con jugadas masticadas para buscar la apertura del marcador. Sin ocasiones claras, el Olympique seguía sin ser incomodado, lo que les proporcionó oxígeno para dar quebraderos de cabeza al guardameta del Real Madrid. Javier Navarro comenzó a ser protagonista, algo que a la grada del Di Stéfano no le agradó en absoluto. Todos ellos pudieron predecir el alargue de los 45 primeros minutos, al contemplar después de la pausa de hidratación, un nuevo parón para asistir a Diego Martínez. El futbolista recibió un golpe en la zona de la nariz. Propiciando una hemorragia que el cuerpo médico no logró frenar obligando a la retirada del campo del centrocampista getafense, que dejó el terreno de juego muy a su pesar. Su relevo lo tomó el conocido Pol Durán. El mediocentro del Manresa conocido en la competición por ser indispensable en el once de Arbeloa, tuvo que entrar de imprevisto.
Como costumbre de los grandes equipos, una acción dudosa en el área hizo que la acción más clara del Real Madrid se desdibujara. Un agarrón de camiseta que no fue suficiente según el colegiado israelí, para pitar el penalti, dejó en desconcierto a un equipo que vio como el Marsella lograba adelantarse en el marcador de la mano de Mmadi. Remontar o caer en la primera jornada, por delante dos minutos antes de pasar por vestuarios y la calma de un enfado notorio en todas las partes del estadio.

Celebración del Real Madrid. @realmadridacademy
La segunda parte arrancó con cambios para el conjunto local, quienes conocedores de la situación metieron más madera en el terreno de juego. Pared a pared los chicos de Laasad Hasini comenzaron a volver a acercarse a la portería de Javi Navarro y la afición comenzó a perder las esperanzas con su juvenil. Un equipo que tenía en el banquillo a jugadores del calibre de Yañez, Mario Rivas y Roberto Martín, tres jugadores importantes de la plantilla, necesarios para quitar el ritmo pausado impuesto desde el minuto 45 por el Olympique de Marsella. Un ritmo de juego que durmió a los aficionados que no esperaban en el 59 celebrar el gol de Calisto en propia puerta al intentar quitarse el balón de encima.
Marcador igualado nuevamente y por delante 30 minutos en donde el Madrid necesitó controlar el esférico, para cambiar el rumbo del partido. Una situación que obligó al staff de ambos equipos a realizar cambios. Cuando las cosas parecían ponerse de cara para los locales en el minuto 73 volvió a aparecer Mmadi para devolver la ventaja a los franceses y dejar al Real Madrid fuera de combate antes de la pausa de hidratación. Momentos en los que los madridistas pudieron coger la garra necesaria para afrontar el final del encuentro, a balón parado dieron el primer gran susto. Un anuncio del segundo gol que fue anulado en fuera de juego. Sin embargo, un minuto después apareció Roberto Martín para concluir una jugada de conexión dando el segundo gol para el conjunto local. Un aliento con inyección de energía extra para el conjunto blanco que tuvo dos minutos después otro disparo a puerta de Roberto Martín que se hizo con el protagonismo de los últimos minutos.
Provocando el penalti en el minuto 87 para el Real Madrid y definiendo Jaime Barroso a la derecha de la portería, para dar la remontada a un Madrid que tuvo que afrontar el primer partido más complicado de la Youth League frente a un equipo del cual aparentemente el elenco aficionado creía fácil.